A
muchas de las personas que se acercan a nosotros preguntando por las
características de un ascensor doméstico
en Asturias, una de las cosas que más les sorprende es el coste tan
reducido que supone su instalación. Probablemente porque tomen como referencia
el coste de la instalación de un ascensor en un edificio de viviendas. En estos
casos, tenemos que empezar por explicarles que, aunque tengan el mismo nombre,
hablamos de dos productos muy diferentes, que realizan la misma función:
trasladar personas o mercancías entre puntos situados a diferentes alturas.
Un ascensor doméstico en Asturias,
para empezar, tiene un mantenimiento mucho menos exigente que los ascensores
tradicionales. Mientras que éstos han de ser revisados una vez al mes, los
elevadores o ascensores domésticos basta con que su revisión se lleve a cabo
cada tres meses. La instalación de un ascensor tradicional requiere una obra
compleja que incluye la construcción de un foso en el que habitualmente se
monta la maquinaria, un sistema de poleas y contrapesos… Mientras que los
elevadores se instalan en apenas una jornada de trabajo, sin apenas obras.
La maquinaria de los ascensores tradicionales requiere de una acometida de
fuerza que dispara el coste de energía para su funcionamiento, mientras que los
elevadores domésticos precisan únicamente de una toma de corriente a 220 v.
Además, para las maniobras de descenso, el ascensor doméstico apenas consume
energía ya que aprovecha la fuerza de la gravedad en lugar de poner el motor en
marcha como hacen los ascensores tradicionales.
En resumen, el bajo coste de instalación y mantenimiento es un factor
determinante para que los clientes de Grúas
Sertiber
se decidan por la instalación de estos elementos en sus viviendas.